sábado, 8 de noviembre de 2008

evolucion de la inteligencia atraves del tiempo

ENSAYO EVOLUCION DEL CONCEPTO DE INTELIGENCIA A TRAVES DEL TIEMPO

Durante más de dos milenios más o menos desde le surgimientos del estado Griego, han predominado determinado conjunto de ideas y análisis de la condición humana, esto hace hincapié en la existencia de la racionalidad, inteligencia o despliegue de la mente; filósofos como platón, Descartes, Aristóteles y Sócrates enmarcaron toda una civilización, donde se preocuparon de manera especial como el ser humano empleaba sus poderes mentales para el conocimiento. Este primer enfoque de inteligencia rara vez fue puesto en duda incluso en ese milenio oscuro entre los tiempo clásicos y el renacimiento.

A principios del Medievo, San Agustín declaro que el principal autor y motor del universo es la “inteligencia” porque en la medida que el hombre se da a buscar la sabiduría, en esa medida disfruta de cierta porción de la verdadera felicidad. En la alta edad media, Dante hizo conocer su opinión, de que la función adecuada de la raza humana, como un todo, es actualizar continuamente toda la capacidad posible del intelecto.

Más adelante apareció el poeta Arquíloco quien dijo que había un contraste en quienes consideraban el intelecto de una sola pieza, contra los que decían que estaba compuesto por varios fragmentos; puesto que cada individuo nace con determinado grado de inteligencia como un regalo de Dios.

Después aparecieron los estudios de algunos psicólogos, entre ellos Galton sus ideas propuestas fueron totalmente diferentes, dijo en general no existe poderes mentales como la percepción, memoria y atención, sino que hay diferentes formas de percepción y memoria para cada una de las facultades intelectuales como el lenguaje, la música y la visión. Rara vez fue tomada en cuenta ésta idea en la historia de la psicología, puesto que era muy sugestiva.

En 1860 aparece el cirujano y Antropólogo Pierre-Paul Broca, quien demostró que una lesión cerebral provoca afasia, deteriorando el desarrollo cognoscitivo; especialmente fallas en las capacidades lingüísticas.

También la Neurología había ratificado los estudios del cerebro donde se comprobada que el individuo no tiene correlación con el tamaño del cerebro, puesto que hay personas con cerebro pequeño que han logrado grandes éxitos, y otras que lo tienen un poco más grande y a veces no son tan notables. Los esfuerzos de la psicología siguieron hasta establecerse como ciencia, en la segunda mitad del siglo XIX con psicólogos como Wilhelm Wundt (Alemania) y William James (Estados Unidos), los cuales querían definir su disciplina como algo distinto de la fisiología y la Neurología, estos en vez de pensar como Galton (en términos de contenidos mentales particulares), buscaron las leyes de amplias facultades mentales, habilidades como la memoria, percepción, atención, asociación y aprendizaje ya que estas facultades operaban de forma equivalente, a través de diversos contenidos mentales independiente.

A través del tiempo los estudios psicológicos avanzaron de tal manera que median la inteligencia mediante estándar, esto constituyo un máximo logro para la psicología. Pero también obtuvo grandes criticas puesto que muchos observadores consideran que la inteligencia consideran que la inteligencia debe probarse con algo más que breves respuestas a preguntas breves, respuestas que predicen el éxito académico; y, sin embargo, a falta de mejor manera de pensar acerca de la inteligencia y de mejores maneras de evaluar la capacidad individual.

Otro psicólogo que se encargo de estudiar las estructuras de la mente fue Jean Piaget, el cual medía el intelecto del niño mediante etapas de construcción del conocimiento (Sensorio motriz O-2 a, Pre operacional 2-7 a, O. Concretas 7-11 a, O. Formales 11-15 a) Piaget llegó a la conclusión que no importa la exactitud de la respuesta infantil sino las líneas de razonamiento que invoca el niño por ejemplo: los niños de 4 años piensan que un martillo se parece más a un clavo que a un destornillador, aquí lo importante es que los niños lleguen a ésta conclusión porque su perspectiva de similitud refleja concurrencias físicas (martillo- proximidad a clavo), más que la categoría jerárquica (herramientas). Según el autor el individuo construye hipótesis en forma continua y con ello trata de producir conocimiento, mediante la interacción de los objetivos y el medio. Obtuvo grandes críticas también porque el conocimiento no se presenta precisamente en edades exactas como él las planteo, sino que se da a determinadas edades.

Howard Garder (1982), define la inteligencia como la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas.
La importancia de la definición de Gardner es doble:

Primero, amplia el campo de lo que es la inteligencia y reconoce lo que todos sabíamos intuitivamente, y es que la brillantez académica no lo es todo. A la hora de desenvolvernos en esta vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos y, por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo utilizamos un tipo de inteligencia distinto; no mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo, Einstein no es más inteligente que Michael Jordán, pero sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.
Segundo y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una capacidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo innato e inamovible, se nacía inteligencia o no, y la educación no podía cambiar ese hecho. Tanto es así que en épocas muy cercanas a los deficientes psíquicos no se les educaba, por que se consideraba que era un esfuerzo inútil. Al definir la inteligencia como una capacidad Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar. Gardner no niega el componente genético.

Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética, pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, etc. Ningún deportista de elite llega a la cima sin entrenar, por buenas que sean sus cualidades naturales. Lo mismo se puede decir de las matemáticas, los poetas, o de la gente emocionalmente inteligente. Howard Gardner añade que igual que hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencia, hasta la fecha Howard Gardner y su equipo de la universidad de Harvard ha identificado ocho tipos distintos:

INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA: la capacidad de usar las palabras ya sea de manera oral o escrita.
INTELIGENCIA LÓGICO MATEMÁTICA: la capacidad de usar los números de manera efectiva razonar de forma adecuada.
INTELIGENCIA ESPACIAL: la habilidad de percibir de manera exacta el mundo visual-espacial y ejecutar transformaciones sobre esa percepción.
INTELIGENCIA CORPORAL KINESTESICA: la capacidad para usar todo el cuerpo para expresar ideas y sentimientos, como también la facilidad en el uso de las manos para producir o transformar cosas.
INTELIGENCIA MUSICAL: La capacidad de percibir, discriminar, transformar y expresar las formas musicales.
INTELIGENCIA INTERPERSONAL: La capacidad de percibir y establecer distinciones en los estados de ánimo, las intenciones, las motivaciones y los sentimientos de otras personas.
INTELIGENCIA INTRAPERSONAL: El conocimiento de si mismo y la habilidad de adaptar las propias maneras de actuar a partir de ese conocimiento.
INTELIGANCIA NATURAL: La capacidad de conectarse con el mundo natural y convivir armónicamente con animales y vegetales. Capacidad para el cuidado del medio ambiente.
A Gardner también le critico su teoría de las inteligencias múltiples, porque decían que según el autor, un individuo solo se destaca en una sola área del conocimiento y que esto lo hacía ver menos antes los demás. Pero Gardner lo objeto de la siguiente manera, el dice: mi teoría fue creada como teoría científica y no como un instrumento de política social, como cualquier otra teoría las personas pueden darles usos diferentes, no es posible que el creador de una teoría intente controlar los modos en que habrá de ponerse en práctica. Por otro lado me opongo a los esfuerzos por caracterizar a los individuos o a los grupos como si presentaran uno u otro perfil de inteligencia; si bien en cualquier momento una persona puede manifestar determinada inteligencias, se trata de una imagen cambiante.












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